El 30 de septiembre, los territorios británicos de Anguila, Bermudas y las Islas Caimán, entre otros, dejarán de ser paraísos fiscales y formarán parte de los primeros países en compartir de forma automática los datos bancarios de sus ciudadanos, una medida auspiciada por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).