La discusión sobre la gradualidad que debe aplicarse para la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales no debe ser un pretexto para aplazar su aprobación, ya que la situación de los trabajadores mexicanos es crítica, observó el director general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en México, Mario López Roldán.